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martes, 5 de noviembre de 2013

La feria china del matrimonio

Miles de padres y madres acuden anualmente a una convención en la que buscan para sus hijos al pretendiente más adecuado para garantizar la descendencia familiar.

 

 

Articulo de Sergio Perea Diario Vasco 5/11/2013

El 'mercado del amor' triunfa en China
Varias jóvenes chinas esperan a sus posibles pretendientes durante la 'Convención del Amor' de 2013. / Reuters


Liu Jianle esboza una sonrisa mientras observa con atención una hoja de papel que cuelga, con una precaria pinza de aluminio, de una cuerda que bien podría acoger la última colada de un concurrido hogar. Lápiz en mano, anota los detalles que, con impecable caligrafía, dibujan el perfil de un hombre que, entre miles de pliegos, ha captado su atención. 33 años, 1,70 metros de altura, 63 kilos y medio, dueño de una propiedad, divorciado y sin hijos. La única pega: su salario. Los 800 dólares que ingresa cada mes parecen insuficientes para vivir desahogadamente en Shanghai. No importa -piensa Liu-, su sobrina tiene un buen trabajo.
Es una escena repetida diariamente en esta suerte de 'mercadillo' marital en el que, cada fin de semana se agolpan decenas de madres, padres o, como es el caso, tíos interesados en poner fin a la soltería de sus vástagos, tan incómoda y malmirada entre la conservadora sociedad china. El 'matchmaking', como se conoce tan peculiar mercadeo, constituye una de las tradiciones más arraigadas en los últimos años y pervive, pese al apogeo de las redes sociales, como la forma elegida por buena parte de las familias que residen en las grandes urbes de la potencia oriental para dar con el compañero conyugal más conveniente para los jóvenes herederos.
Liu es un veterano del 'matchmaking'. Aquí encontró a la que es su esposa desde hace algo más de un año. “Mide 1,69 metros de altura y es tan bella como una estrella de cine”, afirma con orgullo. “Estaba ansioso por conocerla desde que la vi en los paneles”. Las últimas generaciones, nacidas en una China inmersa en la histeria capitalista, tienen que complementar una dedicación intensiva a la formación y el progreso profesional con la formación de una familia que garantice la continuidad de la estirpe, residuo ancestral de la tradición china que permanece arraigado con fuerza en pleno siglo XXI.

Exceso de mujeres
Ante las dificultades para compaginar el éxito laboral y conyugal, Shaghai acoge desde 2004 la 'Convención del Amor y el Matrimonio', donde cada año buscan a su 'media naranja' más de 18.000 jóvenes chinos. Su impulsor, Li Song, que además dirige un destacado portal de citas por internet, justifica el evento. “Muchos de los niños nacidos después de 1980 no tienen hermanos, por lo que no aprenden a relacionarse con el sexo opuesto”, afirma.
Los organizadores de este insólito 'rastro del amor' salvan las particularidades sociológicas de la ciudad más grande de China a través de un marco normativo peculiar. Ellos pueden participar gratuitamente con el único requisito de haber nacido a partir de 1970. Para ellas hay más restricciones. Además de la cuota de 500 dólares que exige su inscripción, no pueden superar los 33 años de edad.
La razón estriba en que, pese a que en el grueso del país la población masculina triplica la femenina, las féminas solteras de Shanghai son multitud. La mayoría ronda los 27 años, tiene estudios superiores y “un alto grado de exigencia”, afirma Li. La mayoría de los varones se concentra en áreas rurales y huye de este tipo de encuentros sociales.
El 'mercado del amor' también acoge a los expatriados. La distancia no supone un problema cuando se trata de perpetuar el apellido familiar. Junto a estos paneles se ve a una mujer de mediana edad que sostiene un folio con el perfil de su hija, empresaria de 36 años residente en Toronto. “No puedo dar mi nombre porque no quiero que mi hija se entere de esto”, advierte. “Sólo quiero encontrar a un hombre con un trabajo estable, que sea tolerante y abierto de mente”. Cualidades que a buen seguro encontrará entre las miles de hojas que esperan con impaciencia una historia de amor con final feliz.

 

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